Hace una semana supimos que Marc Márquez volvía a ser poseedor del título de campeón del mundo de Moto GP rompiendo cifras y batiendo récords. Ayer, en Malasia, logró su duodécima victoria de la temporada por delante de las figuras de Rossi y Lorenzo, y además, igualó el récord de victorias en una misma temporada de Mick Doohan.
Más allá de mis inquietudes en el mundo del motor, siempre he creído que la rama deportiva era la más diversa y transparente del Periodismo puesto que los resultados están ahí, independientemente de lo que un medio u otro opine y es difícil manipular esa información. Por eso, y tras haber leído las noticias publicadas en la prensa nacional sobre el liderazgo de Marc Márquez, creo que hay cosas que deben cambiar. Qué más da si Nakamoto quiere una relación más estrecha, si hace una semana hubo un show samurái para celebrar su campeonato, si hay otros que "le temen" o cosas así.
Titulares del estilo "abrazo al presidente como si fuera un mecánico" son el tipo de detalles que podrían estar en segundo plano. Lo imprescindible no es qué han dicho otros deportistas sobre él. Lo importante es Márquez: él es LA noticia. Cómo se siente, cuáles han sido sus dificultades, cómo se ve en los próximos años, qué le gustaría hacer ahora o simplemente, qué piensa él al respecto de tantos acontecimientos o incluso alguna declaración de sus seres más cercanos por mucho que sepamos que nos van a decir lo felices que están. Es obvio que está bien incluir información sobre todo lo anterior, pero señores, ni tanto ni tan calvo. Seamos consecuentes con lo que escribimos y coherentes con lo que vendemos como "la noticia del día". A modo de crítica constructiva, creo que hay que saber dónde está el límite.
En el último año y medio he estado trabajando para Moto GP y aunque sólo fuera en la parte del merchandising, mi paso por los circuitos europeos y sus respectivos paddocks me ha hecho conocer muchísimas cosas que antes ignoraba por completo. Centrándome en el tema de esta entrada, Márquez es el piloto más carismático del paddock (no es una novedad, lo sé). Por lo que allí se respira, todos lo admiran y respetan, lo valoran y hasta lo adoran. No hay nadie que pueda hablar mal de él, nadie que pueda poner mala cara o hacer un comentario fuera de lugar sobre el joven piloto. Y esto no ocurre con los demás del mismo modo. Márquez pasea por allí acompañado siempre de su gran sonrisa, prestando atención tanto como puede a todo el que puede y transmitiendo el verdadero espíritu del deporte: la competitividad acompañada del talento y la humildad. Así es Marc Márquez, un genio del motociclismo que hasta el momento no ha perdido el norte y que sabe cómo debe hacerlo en todo el momento. Muchos de sus compañeros de filas deberían aprender de él. El éxito no sólo recae en los resultados. A la vista está.
¡Enhorabuena Marc!
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| Fuente: www.ziombo.com |
